La comida saludable no tiene por qué ser aburrida y poco tentadora para tus hijos. Pon en práctica estas ideas para que los menúes más nutritivos también sean atractivos y divertidos de comer.
La escena se repite en muchos hogares: llega la hora de comer, todos se acomodan alrededor de la mesa y se sirven los platos. Inmediatamente, los niños comienzan a fruncir el ceño y quejarse. Cuando el menú no incluye papas fritas, hamburguesa, pizza u otros “grandes éxitos” infantiles, no es fácil convencerlos de que coman con gusto.
Como sabemos que los vegetales, las legumbres y las frutas (entre otros alimentos saludables) suelen encontrar resistencia entre los pequeños comensales, preparamos esta lista de ideas para que las comidas familiares dejen de ser batallas campales y se transformen en momentos de disfrute y diversión.
Caras, autos y personas
Admitámoslo: todos comenzamos a comer a través de la vista. Un plato visualmente atractivo siempre es más tentador. Para los niños, lo divertido es lo atractivo, así que dale rienda suelta a tu creatividad y convierte al plato en tu lienzo en blanco. Podrás encontrar fuentes de inspiración en redes como Pinterest o Instagram, donde el “food art” es una tendencia que pisa cada vez más fuerte. Las rodajas de bananas pueden ser ruedas perfectas para un auto. Los tallos de apio hacen las veces de brazos y piernas. ¿O qué tal una carita feliz con ojos de tomates cherry y cabello de zanahoria rallada?
¡Mamá, hay un Mickey en mi plato!
A los niños les encanta reconocer personajes que les resultan familiares. La silueta de Mickey Mouse, por ejemplo, es muy fácil de lograr a partir de tres rodajas de naranja o tomate (una para la cabeza, dos para las orejas). Si tienes un fan de Hulk en casa, sírvele un plato de comida verde (espinaca, arvejas, manzana verde, etc.) inspirado en este superhéroe. La zanahoria rallada es perfecta para recrear el cabello de Mérida, la intrépida princesa de Valiente.
Opciones, opciones y más opciones
La posibilidad de escoger les da a los niños la sensación de control sobre sus hábitos. La próxima vez que planees una comida familiar, contempla más de una opción saludable para incluir en los platos de tus niños. Así, elijan lo que elijan, te sentirás tranquila. Y ellos, satisfechos.
Tus aliados: los condimentos
No es aconsejable que tus niños se acostumbren a aderezar todos sus platos con salsas altas en grasa como mayonesa o kétchup, pero existen opciones más saludables que sí son bienvenidas en los platos. El queso parmesano rallado es un aderezo perfecto para una comida. Las almendras picadas, las pasas de uva y el aceite de oliva también son excelentes opciones. Y, si a tu pequeño le gusta la fresa o la naranja, ¿por qué no cortarla en trozos muy pequeños e incorporarla a cualquier plato?
Érase una vez
Tómate un rato para inventar una historia intrigante e interactiva. En la trama, incorpora momentos en que los niños deben comer los alimentos de su plato para saber cómo continúa el relato. La ansiedad por conocer el emocionante desenlace de tu cuento será un gran incentivo para que coman.
Un paseo por el supermercado
Una buena forma de lograr que tus niños coman lo que se les sirve en el plato es haciéndolos partícipes del proceso de selección de la comida. Visiten juntos el supermercado para escoger los ingredientes. Les encantará seleccionar las frutas y verduras o decidir contigo cuál es el mejor corte de carne para la cena. Cuando llegue la hora de comer, se sentirán orgullosos de ver que todos comerán lo que ellos mismos seleccionaron.
¡Manos a la obra!
Una vez que han hecho las compras, incorpora a los niños a la preparación de la comida. Sí, todo resultará un poco más desordenado y seguramente te lleve más tiempo cocinar los platos, pero escoge una noche en la que no andes contrarreloj y disfrútalo tú también. Si ellos participan de la preparación, es probable que degusten el resultado con entusiasmo.
Prohibido no tocar
Organiza una cena especial en la que la única regla sea comer con las manos. ¡Tus niños no podrán creer que estén autorizados a hacerlo! Corta la carne o el pollo en pequeños trozos y suma bastones de apio o zanahoria. Hierve maíz y déjalos desprender los granos con sus dientes. Arma un gran plato de frutas trozadas, ubícalo en el centro de la mesa e invita a todos a escoger sus favoritas.
Persevera y triunfarás
Si pones en práctica estas ideas, pero tus niños siguen resistiéndose a incorporar alimentos saludables a su dieta, no te desanimes. Muchas veces es necesario insistir para lograrlo. Prueba con estos trucos en más de una oportunidad. Es posible que, cuando menos lo esperas, te sorprendan disfrutando de un variado plato de vegetales.
La regla más antigua
Por último, hay una gran verdad en materia de crianza que se aplica a la perfección cuando se trata de inculcar una alimentación saludable a tus niños: predicar con el ejemplo. Si los adultos de la casa disfrutan de platos nutritivos y variados, es probable que los más pequeños también incorporen estos hábitos de por vida… y las batallas en la mesa habrán llegado a su fin.
Tomado de: http://www.disneybabble.com/
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