El test de embarazo dio positivo. La familia felicita, pero el futuro papá aún no entiende qué le está pasando. Durante el embarazo, su pareja y el bebé son el centro de atención. El hombre parece haber sido destronado... ¡Bienvenido a la paternidad!
Cuando un hombre se entera que será padre lo invaden sentimientos enfrentados. No sabe cómo ser “papá” y sólo cuenta con nueve meses de entrenamiento. Sin embargo, aprender a ser padre es un trabajo que requiere toda la vida y se va aprendiendo en el “siendo”, si bien las transformaciones comienzan en el embarazo.
¿Último en el ranking?
Un sentimiento recurrente del hombre es el sentirse excluido del dúo simbiótico que se ha creado entre la embarazada y el bebé. A esto, la suman de los cambios anímicos de la mujer tan característicos durante esta etapa, hacen que el futuro papá pueda quedar en un segundo plano. Es importante que éste participe activamente en los estados anímicos de su pareja conteniéndola y sintiendo junto a ella las emociones que afloran la paternidad.
Posiblemente, al futuro papá también le invadan emociones polares: euforia y melancolía… ¿Será que se ha mimetizado con su pareja? Él no lleva al hijo en su vientre, pero, en la primera ecografía, cuando ve latir su corazón seguramente se emocione hasta las lágrimas, ¡es real! Resulta milagroso darse cuenta de que algo suyo está creciendo. El hombre es tan protagonista como la mujer. Más adelante, nada es comparable a los sentimientos que devienen cuando percibe los movimientos del bebé, a través de las “famosas pataditas”… Aquí el hombre toma real parámetro de su paternidad.
El principal soporte
Al futuro padre le concierne que el bebé crezca sano. Por esto es común que se ocupe de cuidar, de cobijar a su pareja. Se asegura de que se alimente correctamente, de que realice actividad física y por supuesto, acude con ella a los controles médicos. Es generalmente el papá que, con el fin de contener a su pareja, toma las riendas del asunto y evita sobrecargarla con tareas que él puede asumir. Se convierte en el soporte principal tanto física como emocionalmente, y esto le permite vivir su embarazo con mayor empatía.
La economía del hogar
No es un tema menor que el hombre se preocupe por la economía del hogar. Hay muchas cosas que comprar al bebé y por cierto, bastante costosas. Pero, también, hay otros gastos que se pueden evitar. En poco tiempo, permanecerán más tiempo en el hogar y esto equilibrará, aunque sea un poco, el saldo familiar.
Entre amigos y ecografías
El hombre tiene nuevos temas de conversación. Te sorprendería saber la cantidad de futuros papás que le cuentan a sus amigos detalles del crecimiento de su bebé. Incluso, se puede apreciar cómo algunos hombres se vuelven más cariñosos con los hijos ajenos. Probablemente, estén proyectando las relaciones futuras con sus hijos.
Otros intereses
El embarazo es como una etapa puente en cuanto a lo que a roles respecta. Comienza a latir un nuevo papel que era hasta este momento inexistente: ¡el de papá! De a poco surgen cambios, algunos sutiles, otros no tanto. Por ejemplo, ciertas rutinas varían, como las salidas que pasan a ser menos frecuentes. Es que las prioridades se modifican.
Pasará un tiempo hasta que el hombre se reacomode a su nuevo rol de papá. Hay que ser paciente, es una etapa esperable de cambios y todo toma su carril normal en un futuro no tan lejano.
En la última etapa, al futuro papá lo invade la ansiedad. Quizás, varias veces por día repase los pasos que debe seguir cuando su pareja inicie el trabajo de parto – llamar a la partera, controlar la duración de las contracciones, tranquilizarla. Para el hombre el embarazo también pueden ser ocho meses y una eternidad…
Tomado de: http://www.disneybabble.com/co/
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