Las guarderías, son centros donde dejamos a los niños, no solo para que nos los cuiden. Las guarderías, tienen una serie de funciones y objetivos que deberán alcanzar con los niños. Hoy vamos a ver cuál es la función de las guarderías, además de cuidar a los niños. Y cuales son los métodos que se siguen para conseguirlos.
Los niños hasta los 3 años, deberán conseguir un gran número de metas y desarrollos. Los cuales aunque nos parezca que al niño no le cuesta ningún esfuerzo, la ayuda para trabajar cada área, hace que alcance antes y con más precisión los objetivos.
Dependiendo de la guardería, podemos encontrar más o menos trabajos, todos ellos los marcan dentro de un proyecto educativo que se decide desde el principio del curso. Las encargadas de hacer éste proyecto, son las educadoras de cada aula. Ya que son las que mejor conocen a los niños de su clase.
Vamos a hacer un repaso por los aspectos básicos y mínimos que deberán trabajar en las guarderías. Las tres áreas, las trabajamos a la vez y prácticamente desde que el bebé entra en la guardería por primera vez.
1. Conocimiento y control de uno mismo:
Los bebés, tardan meses, en ser conscientes de lo que son. La primera parte que sabrán que es suya son las manos. Lo que supondrá un gran paso en su consciencia. Somos nosotros los encargados de que el niño se cree una imagen sana de sí mismo, sin complejos. Durante los 3 primeros años de vida. Esto se consigue con actividades en las que el niño tenga que reconocer su cuerpo, a través de fichas, dibujos… Pero sobre todo muchas actividades. El espejo y la relación con los demás niños, acelera y potencia el aprendizaje.
A la vez el dominio y control perfecto de su cuerpo, deberá estar finalizado, antes de salir de la guardería. Para los cual, deberemos fijarnos en dos aspectos totalmente complementarios. Los cuales deberemos trabajar, desde que es un bebé. Ayudando que ejercite los músculos y el equilibrio.
La motricidad fina: Es la que se encarga de los movimientos sensibles, precisos. Un ejemplo, será abrocharse los cordones, conseguir acertar con la cuchara en la boca… La asociamos con precisión. Para trabajarla, tenemos un gran número de actividades, como las fichas educativas de trazos, todos los juegos de colocar piezas…
La motricidad gruesa: Es la responsable de los movimientos más “bruscos”, por ejemplo desplazarnos por una habitación, saltar, levantarse… Algunos juegos como el corre que te pillo, un circuito de psicomotricidad, el baile…
2. Conocimiento del entorno:
Otro de los aspectos, que son responsabilidad de las guarderías. Es que el niño descubra todo lo que le rodea. Para el niño, todo es nuevo, nunca ha visto nada, y es el mejor momento para explorar el mundo y empezar a acumular conocimiento. Las educadoras, son las responsables, de que el niño consiga entender su entorno, todo lo que le rodea. Conocer y entender el mundo que les rodea, no es nada fácil. Desde aprender el tiempo y como cambian los días, meses, estaciones…
Los diferentes miembros de la familia, los diferentes ambientes, como el cole o la casa. Pero lo que es más importante de todo esto. Es la relación que tendrá con los demás, enseñándole y ayudándole a que descubra la empatía con sus compañeros. Siempre a través del juego.
3. El lenguaje:
Aunque sea el tercero, es igual de importante que los demás. Aunque las actividades directas hacia el niño, las empezamos a realizar más tarde que las otras dos áreas. (En los centros y guarderías bilingües, se comienza desde el primer día de colegio) Por lo general, desde los 12 meses de edad, el niño comienza a decir sus primeras palabras. Aunque para que esto pase, su cerebro, ha tenido que madurar y pasar un gran número de obstáculos. Los cuales son más fáciles de conseguir si seguimos un método y trabajamos (jugamos) con los niños desde los primeros meses de vida.
Los niños hasta los 3 años, deberán conseguir un gran número de metas y desarrollos. Los cuales aunque nos parezca que al niño no le cuesta ningún esfuerzo, la ayuda para trabajar cada área, hace que alcance antes y con más precisión los objetivos.
Dependiendo de la guardería, podemos encontrar más o menos trabajos, todos ellos los marcan dentro de un proyecto educativo que se decide desde el principio del curso. Las encargadas de hacer éste proyecto, son las educadoras de cada aula. Ya que son las que mejor conocen a los niños de su clase.
Vamos a hacer un repaso por los aspectos básicos y mínimos que deberán trabajar en las guarderías. Las tres áreas, las trabajamos a la vez y prácticamente desde que el bebé entra en la guardería por primera vez.
1. Conocimiento y control de uno mismo:
Los bebés, tardan meses, en ser conscientes de lo que son. La primera parte que sabrán que es suya son las manos. Lo que supondrá un gran paso en su consciencia. Somos nosotros los encargados de que el niño se cree una imagen sana de sí mismo, sin complejos. Durante los 3 primeros años de vida. Esto se consigue con actividades en las que el niño tenga que reconocer su cuerpo, a través de fichas, dibujos… Pero sobre todo muchas actividades. El espejo y la relación con los demás niños, acelera y potencia el aprendizaje.
A la vez el dominio y control perfecto de su cuerpo, deberá estar finalizado, antes de salir de la guardería. Para los cual, deberemos fijarnos en dos aspectos totalmente complementarios. Los cuales deberemos trabajar, desde que es un bebé. Ayudando que ejercite los músculos y el equilibrio.
La motricidad fina: Es la que se encarga de los movimientos sensibles, precisos. Un ejemplo, será abrocharse los cordones, conseguir acertar con la cuchara en la boca… La asociamos con precisión. Para trabajarla, tenemos un gran número de actividades, como las fichas educativas de trazos, todos los juegos de colocar piezas…
La motricidad gruesa: Es la responsable de los movimientos más “bruscos”, por ejemplo desplazarnos por una habitación, saltar, levantarse… Algunos juegos como el corre que te pillo, un circuito de psicomotricidad, el baile…
2. Conocimiento del entorno:
Otro de los aspectos, que son responsabilidad de las guarderías. Es que el niño descubra todo lo que le rodea. Para el niño, todo es nuevo, nunca ha visto nada, y es el mejor momento para explorar el mundo y empezar a acumular conocimiento. Las educadoras, son las responsables, de que el niño consiga entender su entorno, todo lo que le rodea. Conocer y entender el mundo que les rodea, no es nada fácil. Desde aprender el tiempo y como cambian los días, meses, estaciones…
Los diferentes miembros de la familia, los diferentes ambientes, como el cole o la casa. Pero lo que es más importante de todo esto. Es la relación que tendrá con los demás, enseñándole y ayudándole a que descubra la empatía con sus compañeros. Siempre a través del juego.
3. El lenguaje:
Aunque sea el tercero, es igual de importante que los demás. Aunque las actividades directas hacia el niño, las empezamos a realizar más tarde que las otras dos áreas. (En los centros y guarderías bilingües, se comienza desde el primer día de colegio) Por lo general, desde los 12 meses de edad, el niño comienza a decir sus primeras palabras. Aunque para que esto pase, su cerebro, ha tenido que madurar y pasar un gran número de obstáculos. Los cuales son más fáciles de conseguir si seguimos un método y trabajamos (jugamos) con los niños desde los primeros meses de vida.
Tomado de: http://www.guiainfantil.com
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