Ser mamá, momento para cuidarse
"El embarazo, el parto y la lactancia son momentos de gran plenitud, de serenidad y de alegría", dice el doctor François Rudich en ‘Ser mamá, el momento más hermoso de la vida’, libro que publica la firma Clarins.
Los dos primeros meses de embarazo son los más discretos, pero también los más colmados de sucesos. "La primera modificación que se constata es la tensión de los senos", explica el doctor Rudich.
A continuación, poco a poco, el vientre va engordado y las glándulas mamarias se preparan para la lactancia, por eso es importante tonificar e hidratar la piel para evitar que se tense y corra el riesgo de romperse, un daño que propicia el nacimiento de las estrías.
Para evitar su aparición es imprescindible exfoliar la piel, un hábito que libera la piel de las impurezas y de las células muertas que le impiden respirar. La exfoliación estimula la renovación de las células y deja a la epidermis más receptiva para su nutrición.
La hidratación aporta flexibilidad y bienestar a la piel. Se recomienda aplicar una hidratante por la mañana y por la noche, haciendo hincapié en las zonas de riesgo como los senos, el vientre.
La belleza del busto
"Los senos pueden pesar entre 300 gramos y un kilo", cuenta Rudich, quien explica que las mamas no cuentan con una fijación solida en el tórax. De ahí la importancia de mimar la zona comprendida entre la base de los senos y la barbilla, "espacio que la firma Clarins denomina sujetador natural", añade Rudich.
Con la palma de la mano izquierda aplica alrededor del seno derecho, desde el exterior hacia el interior y luego en la parte superior del seno. Procede de igual manera con la mano derecha para el seno izquierdo.
No se deben olvidar las piernas, que soportan el peso del embarazo. Suelen hincharse y ofrecer una sensación de pesadez, incomodidades que se alivian paseando, poniendo las piernas en alto, con duchas de agua fría y aplicando productos tonificantes y refrescantes.
Rostro luminoso
Las mujeres embarazadas suelen tener un rostro luminoso, con los ojos brillantes y el cabello vigoroso, pero a veces, las hormonas juegan malas pasadas y surge el paño del embarazo, un velo que pigmenta irregularmente le rostros, fenómeno que desaparece progresivamente después del parto. La mejor arma para preservar su salud y belleza es la protección solar.
El programa de cuidados implica la limpieza e hidratación de la dermis por la mañana y por la noche. Exfoliarla con suavidad y moderación dos veces a la semana. Si la epidermis estuviera apagada, lo mejor es reducir a un tratamiento intensivo rico en vitamina C.
Descansar y buenos hábitos alimentarios
Durante los nueve meses de embarazo, el descanso es fundamental. Los expertos, que recomiendan dormir entre ocho y nueve horas, aconsejan acostarse boca arriba con las piernas ligeramente levantadas y los pies a la altura del corazón. A medida que el vientre vaya creciendo, coloca un cojín debajo de la cabeza y otro entre las piernas o debajo de tu espalda para mayor comodidad.
También es muy importante adquirir buenos hábitos alimentarios, ya que el embarazo implica un aumento de peso, lo ideal son nueve kilos. Por ello, es muy importante vigilar las calorías, evitar la sal. la carne, el pescado, los huevos, las frutas y verduras y los lácteos deben estar presentes en la dieta.
Para mantenerse en forma, resulta ideal caminar todos los días media hora, mejor con un calzado que levante los talones unos tres centímetros. Los paseos ayudan a fortalecer los músculos abdominales, activa la circulación y aumenta la capacidad respiratoria
Fuente: El ABC del bebé
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