Una buena comunicación con tu bebé , sin importar los meses que tiene, es muy importante para ayudarlo a desarrollar su intelecto y afianzar los lazos afectivos entre el pequeño y sus padres.
Los lazos afectivos con tu bebé se estrechan desde el momento en que sientes sus patadas en tu vientre, escuchas su llanto o lo acurrucas por primera vez. Hablándole a tu bebé podrás reforzar este vínculo a medida que pasan los meses y tu hijo va creciendo. No olvides que aunque no es capaz de comprender todo lo que le dices, sí podrás hacer que tu voz se convierta en algo familiar para él.
¿Cómo reforzar este lazo y su comprensión del lenguaje?
Cada acto descrito con cariño acercará más a tu bebé y lo hará iniciarse en la comprensión del lenguaje. Lo mejor es que siempre estés nombrando los objetos que tienen alrededor y que repitas frases todos los días para que las interiorice, como decirle buenos días, buenas noches, etc. Además, trata de relatar cada situación que realices, como que lo estás bañando, vistiendo y alimentando. No olvides responder con entusiasmo a sus balbuceos ya que lo estimularás.
En este proceso en que tu bebé escucha a otros hablar, va aprendiendo cómo suenan las palabras y la forma en que se estructuran las frases y oraciones. Según estudios realizados en conjunto por la Universidad Florida Atlantic, la Universidad Columbia de Nueva York y la Universidad de Stanford, hablarle a los bebés como adultos y utilizar una sintaxis y un vocabulario complejo permite un alto desarrollo de su cerebro, que les servirá para aprender a lo largo de su vida.
Otra recomendación es hablarle en un tono de voz alto (sin gritar) para llamar su atención, de forma lenta y con frases simples de entender. Cambiar la entonación estimula al niño y ayudará en el desarrollo de su lenguaje.
Cuando diga sus primeras sílabas, intenta pronunciar en voz alta las palabras a las que se quiera referir, para ayudarlo. Háblale siempre claro, pronunciando bien todas las letras y con expresiones corporales positivas.
Si le estás dando una orden, no lo hagas en tono de reproche, para que no asocie esa actividad con algo negativo. Los niños pequeños son muy inteligentes y verán la tensión en tu rostro. Una vez que ya comience a hablar, debes prestarle atención y mirarlo a la cara, para que sienta tu apoyo y cariño.
Tomado de: https://www.comebienvivebien.cl
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