El bebé era amistoso y cariñoso con todos… pero de pronto cumplió 8 meses y cambió; llora cada vez que te alejas de su lado, se despierta agitado en la noche y parece que nada lo consuela. ¿Qué le está pasando?
Sin motivo aparente, a esta edad al bebé lo invade una angustia que manifiesta a través de llantos desconsolados ¿A qué se debe que quiera estar en tus brazos más de lo habitual?
Un gran paso hacia su independencia
Lo cargaste en tu vientre durante nueve meses y aún, luego del nacimiento, parece como si fuera parte de ti. Quizás más, mientras dura el amamantamiento, donde los une un lazo íntimo e inviolable que va en ambos sentidos. Pero cumplidos los ocho meses de edad, o inclusive antes, tu bebé se descubre como un individuo independiente y vive esta toma de conciencia con mucha angustia.
Llanto y desesperación
Esta etapa, descubierta no mucho tiempo atrás por un pediatra de apellido Spitz, marca el comienzo de un proceso de separación entre la mamá y su bebé. El bebé grita, llora, patalea cada vez que su mamá se distancia de él. No puede soportar el no tenerla cerca y a la vista, bien pegada a su lado. Incluso, se despierta varias veces en medio de la noche con evidente agitación, y a veces llora aún estando dormido. La angustia con que vive este proceso de desidentificación con la mamá, que lo lleva a descubrir que no es una extensión de ella, aparece en sus sueños excitándolo y provocando el llanto. Tanto lo acechan sus temores que en ocasiones es difícil lograr que se duerma.
Manejos
La etapa de la angustia, aún cuando evidentemente es un proceso traumático, es un hecho inevitable e indispensable para el desarrollo del bebé y es importante comprender que los miedos son parte normal en su evolución psicológica. No puede ni debe impedirse que suceda, pero hay que poder contenerlo para que no lo viva en soledad.
¿Qué NO hacer?
- Alzarlo en todo momento, si ve que estás cerca se tranquilizará.
- Llevarlo a dormir a tu cama, mejor acostarlo en su cuna y hablarle o cantarle una canción que lo tranquilice al tiempo que lo acarician para que se sienta reconfortado.
- Conviene no prender la luz del cuarto. El cambio brusco de iluminación podría agitarlo y además se corre el riesgo de que se forme a la idea de que la oscuridad puede representar temores desconocidos y ya no quiera volver a dormir sin una lámpara prendida.
¿Qué hacer para ayudarlo?
Algunos juegos le ayudan a superar un poco su angustia. Uno muy efectivo es esconderse detrás de algo, aparecer y desaparecer; y decirle “mamá no está”, “mamá está”. Este simple juego sirve para que entienda que aunque en ese momento su mamá no esté, siempre va a volver. Otro juego que lo ayuda a comprender que lo que se pierde se puede recuperar es tirar objetos, obviamente es él quién los tira y mamá quien los recoge.
¿Cuánto tiempo dura esta etapa?
Cuando aprende a gatear y logra trasladarse por sus propios medios esta angustia comienza a disiparse. El nuevo mundo que lo rodea se ve tan increíble y atractivo que su entusiasmo por explorarlo vuelve más interesante la idea de convertirse en un ser independiente.
Paciencia, esta etapa tiene su fin. Mientras tanto, bríndale muchos mimos para que supere este periodo sintiéndose acompañado por la persona más importante de su existencia: su mamá.
Tomado de: http://www.disneybabble.com/
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