Lucas, de tres años, ya se lo ha preguntado a su mamá al menos un par de veces. Pero ella, que tiene una barriga bien visible, siempre ha eludido la pregunta. Cómo responder al niño cuando pregunta sobre el sexo.
Qué decir: “Ha entrado como todos los niños entran en la barriga de su mamá. Papá ha puesto una semillita en mamá; dentro de mamá hay un huevo pequeñito y, cuando se encuentra con la semillita de papá, se forma un niño. Al principio, el bebé es diminuto y, poco a poco, va creciendo”.
Por qué: Cuando el niño nos pregunta, es conveniente ofrecerle información correcta y con una base científica, aunque simplificada al máximo. El niño hace preguntas sobre la sexualidad con la misma intención con la que pregunta cualquier otra cosa (“todo es puro para los puros"; no lo olvidemos). El tema del sexo debe tratarse exactamente como cualquier otro, sin invenciones fantásticas ni inverosímiles (cigüeñas, etc.). En cambio, no es necesario realizar descripciones anatómicas detalladas ni demasiado técnicas. A un niño de tres años no le importa saber cómo y con qué el papá ha introducido su semilla en la mamá y, de hecho, tampoco lo pregunta. Una respuesta como la indicada le deja satisfecho.
Qué no decir: “Eres demasiado pequeño para saberlo. Te lo explicaré el año que viene, ¿vale?".
Por qué: Su curiosidad se despertaría y se interesaría mucho más de lo que lo habría hecho si se hubiese respondido a su pregunta de forma simple y clara.
Tomado de: http://www.mibebeyyo.com/
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