Nadar, un ejercicio seguro para las embarazadas
Hay que acabar con el mito de que la gestante se debe limitar, en cuanto a actividad física se refiere, dice el ginecobstetra Alejandro Bonivento. Para él, el ejercicio físico, obviamente dirigido, trae como primer beneficio un grado de bienestar psicológico que va a soportar los cambios que trae consigo el embarazo.
Por otro lado, “mejora la condición cardiovascular, ayuda a corregir vicios posturales, previene el aumento exagerado de peso, minimiza las molestias digestivas, lo que permite llevar una mejor calidad de vida reflejado en un mejor ritmo en los desplazamientos diarios, la calidad del descanso nocturno y la reducción de la sensación de peso y malestar abdominal”, agrega.
Las técnicas de relajación, por su parte, complementan el ejercicio y ayudan a alcanzar un alto nivel de bienestar. Es decir, permiten un equilibrio entre mente y cuerpo, y disminuyen los niveles de ansiedad, propios de la gestante, así como los malestares físicos.
El ejercicio y la relajación también son muy importantes para la preparación del parto. “Influyen para que el cuerpo esté dispuesto para un nacimiento con adecuados patrones respiratorios, con un control mental necesario para manejar la experiencia de tensión tan exigente que va a percibir durante la labor de parto”, cuenta la educadora prenatal Sandra Alejo, directora académica de Asocolnatal, certificada en watsu y terapias acuáticas.
Ejercicios acuáticos
La actividad en el agua durante el embarazo está indicada cuando el médico dé carta abierta para hacer este tipo de actividad con previa valoración de la gestante. Y debe suspenderse, según el médico, alrededor de 15 días antes de la fecha probable de parto cuando, de manera natural, “se desprende el tapón mucoso; es decir, un moco viscoso que aísla las membranas ovulares de la vagina, previniendo infecciones”.
Para entender sus beneficios cabe aclarar que dentro de una piscina una persona puede llegar a pesar una décima parte de lo habitual, lo que permite hacer ejercicios más largos con menos cansancio, dice el ginecobstetra.
A diferencia de los demás, el ejercicio en agua, señala Bonivento, “permite un trabajo más armónico y simétrico de la musculatura del cuerpo. Además, es mínimo o nulo el esfuerzo de las articulaciones en cuanto al impacto, lo que evita lesiones y daños articulares. El agua a temperatura ideal, además, relaja a la madre y le permite realizar ejercicio sintiéndose en un ambiente más seguro”.
Para Sandra Alejo, en el agua se controla la estabilidad de la marcha, se facilita la acomodación del área de la cadera y se evita generar presión en áreas como la parte baja del abdomen. Y es muy importante reconocer que la primera respuesta que percibe el cuerpo en el agua es de relajación, ya sea al tomar una ducha, ingresar a la piscina o caminar y desplazarse dentro de esta.
AQUAFITNESS
Consiste en realizar ejercicios típicos de actividades aeróbicas en el agua. También se conoce como acuagym. Mejora la fuerza, la resistencia, fortalece el control de centro y aumenta el rango de movimiento. Dentro del entorno fisiológico, mejora la condición cardiovascular, la circulación y la oxigenación sanguínea. Recomendado para mamás con sobrepeso y aquellas que quieran relajarse porque ayuda a reducir el estrés, mejora el bienestar general y los hábitos de sueño
.Ejercicios:
1. Movilidad de miembro inferior. Acostada sobre una banda para facilitar la flotación, se marca la respiración para seguirla de forma lenta y profunda a un ritmo relajado. Se apoyan los pies en la terapeuta para hacer la flexión, primero, de un lateral y luego, del otro, desplazando cómodamente el cuerpo mientras se ejecutan las repeticiones. Se hacen ocho a nueve repeticiones en tres series seguidas
.2. Cuclillas. Con un apoyo adecuado de los pies en el terapeuta, se hace flexión y extensión de las piernas llevando un ritmo lento y cómodo, no solo del cuerpo, sino también de las flexiones que se van realizando. Se hacen ocho a nueve repeticiones en tres series seguidas
.3. Movilidad de miembro superior. Los pies están debajo delas axilas del terapeuta, utilizándolo como centro de control para flexionar. Exhalar e inhalar llevando atrás la cabeza y luego llevando el tronco hacia adelante. La posición permite proteger el abdomen.
4. Rotación de tronco. Inhalar de manera profunda, luego inclinar el tronco exhalando y llevando el brazo a alcanzar el hombro contrario del profesor. Volver a la posición inicial y repetir con el lateral contrario.
AQUAPILATES
Todos los principios de pilates en tierra se ven involucrados también en el agua: la concentración, el control del movimiento, la fluidez y la precisión, y una adecuada técnica de respiración.Ejercicios:
1. Brazo lateral. En postura vertical, haciendo sentadilla, desplazar el brazo lateral con el apoyo de una banda y ejerciendo fuerza para recuperarse. Aprovechar la resistencia que genera el medio acuático y hacer ocho a nueves repeticiones y tres series continuas.
2. Piernas. Colocar una banda flotante en medio de las piernas y ubicar el cuerpo en una mayor profundidad. Ejecutar movimientos que fortalezcan las extremidades inferiores, como la marcha, la bicicleta y el trote.
3. Brazos al frente. Asumiendo nuevamente la posición de cuclillas, llevar los brazos a la altura de los hombros y mantenerlos dentro del agua. Desplazar los codos hacia atrás elevando el busto y fortalecer la parte superior de la espalda. Puede hacer ocho o nueve repeticiones en tres series continuas.
Evite riesgos A la hora de hacer ejercicio en el agua, se debe tener en cuenta:
• Hacer actividad en una piscina que cumpla con los requisitos de tratamientos y sanidad apropiados, pues las gestantes temen hacer esta dinámica por miedo a padecer de infecciones urinarias. Asimismo, después de la actividad, lavar la vagina con abundante agua.
• Usar un traje de baño cómodo y colocárselo solo antes de ingresar al agua.
• Algunas contraindicaciones para realizar ejercicios en el agua
fuente:http://www.abcdelbebe.com/
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