Conductas irresponsables de adultos al volante pueden poner en riesgo la vida de los niños
Todas las personas que sufren un accidente de tránsito pueden padecer toda clase de lesiones. Las más frecuentes son las contusiones en tórax, las heridas faciales y, en casos severos, se puede ocasionar la muerte.
Las conductas irresponsables de un adulto al volante pueden desencadenar situaciones que ponen en riesgo el bienestar de los ocupantes del vehículo, especialmente si se trata de niños.
“Las causas de un accidente no siempre resultan evidentes; sin embargo, el factor humano tiene un mayor peso frente a la condición mecánica del vehículo. Hay ocasiones en que el menor se convierte en agente del accidente, pues distrae al conductor al pararse entre las sillas delanteras, accionar el freno de mano o intentar abrir una puerta en movimiento”, dice Mauricio Camacho, asesor de la Secretaría Distrital de Movilidad.
“El hecho de que los niños vayan de pie es riesgoso, mas aun cuando se ubican en medio de los asientos delanteros… al frenar de emergencia, el niño sale expulsado hacia la parte delantera, con consecuencias lamentables”, indica Jorge Enrique Pedraza Buitrago, director nacional de Transportes y Tránsito del Ministerio de Transporte.
En caso de un accidente de tránsito, los niños que no llevan sus sillas infantiles o cinturones de seguridad pueden chocar contra la silla delantera, el tablero del vehículo e incluso contra el parabrisas.
“Las lesiones causadas van desde contusiones en tórax, por choque contra partes del propio vehículo, hasta lesiones faciales e incluso la muerte al salir del carro y ser aplastados por este, o por otro que no alcanzó a detenerse, o impactar contra un árbol, una señal de tránsito o contra un poste a la velocidad que el vehículo traía”, asegura Mauricio Camacho.
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, el año pasado murieron 39 niños de 0 a 14 años en accidentes de tránsito, y de esta cifra, el 41 por ciento (16) tenía entre 0 y 4 años. Entre enero y abril de 2009 (cifras preliminares), se han registrado ocho muertes, de las cuales seis correspondían a menores entre 0 y 4 años.
Medidas de seguridad
-Condiciones del vehículo. Debe tener llantas en buen estado, con una presión de inflado correcta y luces en funcionamiento. Haber sido sometido a las revisiones de mantenimiento requeridas. El SOAT debe estar actualizado. También, tener los papeles en regla, equipo de carretera y de emergencia.
- Sillas y cinturones. Los menores de 10 años siempre deben viajar en el asiento trasero del vehículo. Existen sillas infantiles que van sujetas con cinturón o dispositivo Isofix a los asientos traseros del carro para niños entre 0 y 5 años de edad. Para niños de 6 a 10 años hay ‘elevadores de silla’, con cinturones de dos o tres puntos y banda diagonal bajo el hombro. Van en la silla trasera. Para mayores de 11 años, uso de cinturón.
- Ventanas y techos. Los padres deben tener cuidado con las ventanas o techos corredizos eléctricos. Son pocos los vehículos equipados con sistemas que, al detectar la presencia de algo que los detiene cuando se están cerrando, paran. Debe evitarse que los niños asomen su cabeza o cualquier parte del cuerpo por la ventana.
No deben ir objetos sueltos cuando los niños estén dentro del vehículo. En caso de algún impacto, estos multiplican su peso, se pueden volver proyectiles y causarles lesiones. El equipaje debe ir en el baúl.
Nunca debe dejarse solo a un pequeño dentro del carro y menos con las ventanas cerradas. Al detener el automóvil, nunca deben dejarse las llaves puestas. El freno de mano debe estar activo y con un cambio de marcha puesto; es decir, en primera cuando se apaga el carro.
- Bloqueos eléctricos. Deben estar ubicados en un sitio que sólo le permita al conductor activarlos y desactivarlos. Es clave que haya seguros para niños en las puertas traseras (solo se abren desde afuera).
- Estado del conductor. No debe beber antes de manejar. Tampoco, estar cansado.
Actos irresponsables
El Código Nacional de Tránsito dice que los menores de 2 años deben viajar en el asiento posterior sobre sillas que garanticen su seguridad y se fijen sobre este, siempre y cuando vayan únicamente con el conductor. Sin embargo, “el uso de la silla debe aplicar también para los mayores de esa edad, pues se ha visto que los niños son muy vulnerables ”, asegura Alexandra Rojas, directora del Fondo de Prevención Vial.
A pesar de las normas, muchas veces los adultos comenten actos de irresponsabilidad, como llevar al niño sin silla ni cinturón, permitir que saque sus extremidades o la cabeza por las ventanas, llevarlo en las sillas delanteras o en platones, permitir que se asome por los techos corredizos (expuesto a cortes en la garganta u obstrucción de tráquea con una simple frenada sorpresiva) o llevarlo en la silla del conductor, exponiéndolo a que en un choque el adulto que conduce lo aplaste contra el timón.
Fuente: El ABC del bebé
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