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Además de las precauciones que las futuras mamás deben tener mientras esperan a sus hijos, en las etapas pre y post embarazo también hay una serie de cuidados recomendados para que las mujeres mantengan una buena salud.
El embarazo es una de las etapas más importantes en la vida
de las mujeres y a pesar de toda la información que existe relacionada con la
espera de los bebés, a veces hace falta saber más acerca de lo que ocurre antes
del periodo de gestación y después del parto.
Cuidados pre embarazo
Llevar una vida saludable, que incluya una alimentación
equilibrada y la práctica regular de ejercicio, es en la mayoría de los casos
el factor primordial para que el cuerpo enfrente de la mejor manera posible
todos los cambios que implica un embarazo.
Cuando deseamos planificar la llegada de un bebé, también es
importante dejar de lado vicios como el alcohol y el cigarro, ya que ambos
pueden causar defectos de nacimiento físicos y mentales en tu bebé, además, tú
misma te sentirás muchos mejor una vez que logres dejarlos.
Por otro lado, un peso saludable antes de embarazarse reduce
las posibilidades de sufrir complicaciones durante y después del embarazo, como
presión arterial alta, diabetes gestacional y bebés prematuros. Además,
mientras el médico no indique lo contrario, es recomendable la práctica
moderada de ejercicio que ayuda, entre otras cosas, a mejorar el estado de
ánimo, a aumentar la energía durante el día y a dormir mejor.
Tomar ácido fólico
El ácido fólico es una vitamina del complejo B que ayuda a
prevenir los defectos del tubo neural (cerebro y médula espinal) cuando se
consume antes y durante las primeras semanas del embarazo.
Aunque los médicos generalmente lo recetan en cápsulas, hay
diferentes alimentos que lo contienen como la harina de trigo (que ha sido
fortificada), lentejas, espárragos, espinacas, porotos, jugo de naranjas y
brócoli, entre otros.
Cuidados post
embarazo
Una vez que tengas a tu bebé en brazos, es importante que
descanses lo necesario. A menos que tu médico indique lo contrario, deberás
dejar de lado los quehaceres de la casa y la actividad física por tres a cuatro
semanas.
La nutrición e hidratación son vitales en el periodo en que
comienza la lactancia. No olvides consumir al menos 6 a 8 vasos de agua diarios
y llevar una dieta balanceada que incluya alimentos de todos los grupos,
exceptuando aquellos que a ti te causan malestar o flatulencia como el repollo
o la coliflor.
En el caso de una cesárea o episiotomía, es muy relevante
cuidar la herida para que pueda sanar correctamente y consultar con un médico
en caso de que haya fiebre o mucho dolor.
Tomado de: https://www.comebienvivebien.cl
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