¿Qué hay que hacer si las náuseas típicas de los primeros meses de embarazo se prolongan o empeoran y la futura mamá pierde peso? Te lo explicamos.
Las náuseas es uno de los trastornos más típicos del
embarazo y afecta a muchas futuras mamás. Sin embargo, puede suceder que la
futura mamá, en sus primeros meses, sufra unas náuseas muy intensas, y que,
incluso pierda peso. ¿Qué aconsejan hacer los expertos en estos casos para
garantizar el máximo bienestar a la gestante y al futuro bebé?
Para reducir las náuseas, el primer consejo es hacer pequeñas
comidas y más frecuentes, y tomar, al menos, un litro y medio de agua al día.
También se puede recurrir a productos a base de jengibre o, bajo prescripción
médica, a fármacos específicos que atenúan la sensación de acidez y dolor en el
estómago. En algunos casos, sin embargo, los problemas digestivos pueden
deberse a otras causas que nada tienen que ver con el desarrollo fisiológico
del embarazo.
La hiperémesis, por ejemplo, es una forma grave de vómito
asociada a la intolerancia de algunos alimentos. Normalmente, surge en torno a
la 5ª-6ª semana de embarazo para alcanzar su pico más alto durante la 9ª semana
de embarazo y siguiendo hasta la 16ª semana o, en casos más raros, hasta la 20ª
semana. En la mayor parte de los casos, los vómitos son más fuertes por la
mañana, aunque persisten durante todo el día y pueden provocar que la futura
mamá adelgace incluso hasta más del 5% de su peso.
Si los episodios de vómitos son intensos y repetidos, la
futura mamá puede llegar a perder notables cantidades de sales minerales, con
consecuencias para su salud. En este caso, es fundamental la intervención del
médico e, incluso, puede ser necesario ingresar a la mamá en el hospital. Puede
ser necesario rehidratarla por vía endovenosa, para reequilibrar los electrolitros,
o bien alimentarla por vía, también endovenosa, en los casos más complejos.
En general, se aconseja, además de hacer comidas pequeñas y
frecuentes, una dieta rica en carbohidratos y pobre en grasas, alimentos
ligeros, pequeñas cantidades de bebidas con gas. Pero también hay que evitar
los olores muy molestos y los alimentos que no resulten agradables. A veces,
pueden resultar útiles la acupuntura y la psicoterapia.
Tomado de: http://www.mibebeyyo.com/
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