Los colores son fundamentales para el desarrollo de los niños y los bebés. El color de su ropa, de su dormitorio, de sus juguetes....influyen en su estado de ánimo. ¡Conoce su significado!
A partir de los seis meses, los bebés empiezan a reconocer todos los colores. Los tonos vivos son los que captan más su atención, pero debes compaginarlos con tonalidades más tenues para evitar un exceso de estímulos. Cada momento del día requiere de unas necesidades y según cuales sean, unos colores son más apropiados que otros.
Amarillo: Favorece la concentración y el desarrollo intelectual, siempre que no sea una tonalidad demasiado estridente.
Azules y verdes: Colores relajantes que incitan al descanso.
Blanco: tonalidad que proporciona bienestar y alegría.
Marrones, grises y negros: Colores apagados que pueden inducir a la tristeza.
Naranja: Tono luminoso y alegre que invita a la actividad.
Rojo: Color de la vida que es sinónimo del movimiento y puede producir excitación.
Para conseguir que tu pequeño respete los lugares prohibidos de la casa, puedes colocar una tira de cartulina de color amarillo en los accesos vetados. En cambio, para conseguir que tenga hambre, puedes utilizar vajillas con toques de color rojo.
Tomado de: http://www.mibebeyyo.com/
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