¿Cómo nos definimos como madres?


  Cuando una queda embarazada, empieza a imaginar qué tipo de madre va a ser y se imagina un ideal. Pero cuando el bebé nace, la realidad es otra
Antes de tener a mis hijos, imaginaba que sería una madre relajada, práctica y que tendría todo bajo control. Después, la realidad me dio una cachetada y me di cuenta de que no sería esa madre tan ideal que había soñado. Muchas veces no podía tener todo bajo control y me veía desbordada y, al ser yo una persona poco relajada, todo se hacía más difícil.
Nunca fui de tener mucho miedo a las cosas, pero con mis hijos afloraron algunos temores nuevos, como que les pase algo o que yo no esté en el momento justo para poder ayudarlos. También todos esos miedos me volvieron una madre mucho más previsora y responsable de mis actos.
Sin embargo, también me descubrí como una madre con mayor fortaleza de la que me imaginaba. Entendí que el instinto de madre existe, cuando antes de tener a mis hijos me parecía que era algo medio inventado. De solo mirar a un hijo, una ya se da cuenta si algo no anda bien, si está triste o si se siente mal. Sin poder explicarlo, entendemos que algo está ocurriendo.
También aprendí que tengo que dejar que mis hijos experimenten cosas por sí solos, que sean libres y que no siempre vamos a poder estar para cuidarlos y protegerlos. De esas experiencias, ellos crecen. Acepté que hay que dejarlos que corran y se tropiecen porque es parte de su desarrollo y que ir de campamento con la escuela no es tan grave, aunque quisiéramos ir con ellos por si necesitan algo.
Con la llegada de mi segundo hijo, descubrí que lo que aprendí y me sirvió para el primero no necesariamente funcionaría con el segundo. Además, comprendí que cada chico es un mundo aparte, que tienen tiempos distintos, personalidades diferentes y que hay que saber adaptarse a cada uno de ellos. Fue barajar y dar de nuevo en varios aspectos, pero en muchos otros me sentía más confiada y segura como mamá.
La maternidad nos vuelve a definir como personas y nos ayuda a descubrir aspectos que no conocíamos de nosotras mismas. Nos desafía a ser mejores cada día y son nuestros hijos el fiel reflejo de que tan mal las cosas no estamos haciendo.

Imagen http://www.corbisimages.com/
Tomado de: http://www.mibebeyyo.com/

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MAMI, Mamás Más Involucradas, es una herramienta que permite informar y educar a la madre gestante, en compañía de su núcleo familiar, acerca de los cuidados necesarios que se deben tener durante los nueve meses de embarazo y el primer año de vida del bebé a través de mensajes de texto. Educación + Empoderamiento + Embarazo Compartido para madres de estratos 0 1 2 3 y zona rural dispersa de nuestro país que tienen dificultades para acceder al sistema de salud por distancia o recursos.