Para que los padres aprendan a conocer e identificar las diferentes manifestaciones o expresiones de su bebé os presentamos los puntos más importantes de la Guía de la expresión del bebé, del Instituto del Bebé NUK, parte de un estudio pionero sobre comunicación gestual y prosódica, realizado en colaboración con los profesores Enrique G. Fernández-Abascal, Mariano Chóliz y Francisco Martínez.
Expresión emocional del bebé
Las emociones de acuerdo a la psicología son un sentimiento o percepción de los elementos que se expresan físicamente, pueden ser mediante reacciones o expresiones faciales o el pulso cardiaco o se manifiestan a través del llanto, como en el caso de los bebés.
Dentro de los cambios fisiológicos que provocan las emociones están los que se producen en la cara o rostro. El bebé o niño pequeño antes de que pueda expresarse o comunicarse con los padres verbalmente, puede expresarse mediante gestos y sonidos que revelan su estado de ánimo, reclaman atención, mantienen el contacto y sobre todo avisan si existe algún problema o trastorno.
Es precisamente en este proceso de comunicación no verbal en que el rostro del bebé toma un papel trascendental. A través de los gestos los seres humanos nos comunicamos y esto facilita las relaciones afectivas.
Por su parte, el desarrollo emocional necesita un proceso de maduración que irá favoreciendo al florecimiento de las emociones. Durante las primeras semanas de vida del bebé no aparecen verdaderas reacciones emocionales, aun cuando puedan aparecer gestos que nos hagan interpretar erróneamente su existencia. Y desde luego, mucho menos los gestos que aparecen en el feto, que son fruto de la actividad refleja y no emocional.
Durante los tres primeros meses de vida del bebé, los procesos madurativos y de aprendizaje ya permiten la aparición de las emociones primarias. Emociones como la sorpresa o interés, emoción que se centra fundamentalmente en la curiosidad por el entorno que rodea al niño; la alegría o placer ante estados fisiológicos positivos o ante la interacción social; el asco, ante situaciones desagradables fundamentalmente gustativas u olfativas, aunque no exclusivamente; la tristeza, que suscita conductas de empatía en los cuidadores; la ira o protesta ante cualquier frustración o malestar; y el miedo como reacción ante amenazas inesperadas.
La expresión facial de las emociones
Existen cuatro tipos de signos que ocurren en la cara o rostro que nos dan información vital para identificar sus necesidades:
- Signos faciales estáticos: Están permanentes en la cara y ayudan a dar la apariencia única de la persona y que ayuda a diferenciarnos del resto.
- Signos faciales lentos: son cambios en la apariencia de la cara, y es gradual, como las arrugas y cambios en la textura superficial de la cara, nos ayudan a conocer la edad de un bebé.
- Signos artificiales: son rasgos determinados exógenamente como el peinado, el uso de lentes oculares o los cosméticos. Estos nos dan una determinada estética.
- Signos rápidos representan los cambios que tienen una duración breve y que aparecen cuando muestran las emociones; estos nos permiten comprender lo que siente y le pasa.
- Dolor: Podemos identificar un rostro que muestre dolor porque el bebé hace descender y junta las cejas, eleva las mejillas y reduce la apertura de los parpados, cierra los ojos, frunce y arruga la nariz, desciende la mandíbula y abre la boca.
- La sorpresa: La expresión facial de la sorpresa se caracteriza por la elevación de la parte interior de las cejas, elevación de párpado superior, descenso de la mandíbula y abertura pronunciada de la boca.
- La ira: La ira se identifica porque porque se eleva la parte exterior de las cejas, elevación de los párpados inferiores y reducción abertura de los mismos, elevación de la barbilla y la tensión en los labios.
- El miedo: Se identifica por la elevación de la parte interior de las cejas, por la elevación del parpado superior, el alargamiento de la comisura de los labios y la separación de los mismos.
- El asco: Cuando se produce la emoción del asco aparece un descenso y unión de las cejas, elevación de las mejillas, reducción acentuada de la abertura de los parpados, nariz fruncida y arrugada, y elevación de la barbilla.
- La tristeza: Podemos identificar una expresión facial de tristeza por la elevación de la parte interior de las cejas, descenso de las comisuras de los labios, que incluso pueden estar temblorosos, y elevación de la barbilla.
- La alegría: La alegría es una de las emociones que mejor se reconoce por su expresión facial. Podemos identificar un rostro alegre por el desplazamiento de la comisura de los labios hacia atrás y arriba, separación de los labios, elevación de las mejillas y reducción de la abertura de los parpados.
El llanto es la principal forma de comunicación del bebé, especialmente en lo que se refiere a la expresión de las emociones negativas. El niño llora cuando tiene hambre, si tiene miedo, en el caso de que esté enfadado o si siente dolor.
El llanto del recién nacido tiene dos características típicas:
- Desde el nacimiento su duración e intensidad se incrementan hasta alcanzar un pico a las 6 semanas de edad aproximadamente, a partir del cual va decreciendo paulatinamente; en muchos casos, a partir del segundo mes el llanto es autorregulado por el bebé si se le entrega un objeto que lo tranquilice y,
- Es más frecuente durante las horas nocturnas. Estos patrones de llanto son universales, se dan en los bebés de todas las culturas. La mayoría de los niños incrementan la frecuencia y duración del llanto a lo largo del día, siendo las horas anteriores a la noche en las que es más frecuente; el llanto también varía en relación al tono, desde el lamento y el gimoteo que permiten al cuidador discriminar sobre qué hacer. La duración, al igual que el ritmo, aportan también información a los padres o al que lo está cuidando, poniéndole sobre aviso en caso de patrones anormales.
Las dos formas más características que tiene el bebé para expresar las diversas experiencias afectivas y comunicar diferentes necesidades o demandas son reír y llorar. Ambas son manifestaciones de estados de bienestar o malestar, respectivamente. Son la respuesta a las emociones de tono hedónico positivo ante situaciones agradables y la respuesta a las emociones de tono hedónico negativo ante situaciones peligrosas o desagradables.
Imagen:www.corbisimages.com
Tomado de:www.parabebes.com
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