Cuando llegamos a cierto puntp del embarazo, notamos que nuestra capacidad para realizar actividades deportivas se ve sériamente limitada, más o menos, dependiendo de nuestra condición física antes del embarazo. Sin embargo, el embarazo no es una ''condena'' para abandonar el deporte, siguiendo los consejos adecuados se pueden realizar actividades deportivas de forma segura, como por ejemplo correr.
Para poder correr durante el embarazo, y no poner en peligro tu salud ni la del bebé, sigue estos consejos:
1. No comiences a correr durante el embarazo si no lo hacías antes con frecuencia. El embarazo no es el momento más oportuno para plantearse nuevos retos que impliquen grandes esfuerzos. Esto significa que si no corrías regularmente (unas 3 veces a la semana) será mejor que pospongas este ejercicio y apuestes por otras actividades, como el yoga.
2. Usa un pulsómetro para mantener bajo control el esfuerzo. Para correr durante el embarazo es importante que regules el esfuerzo físico, un pulsómetro te ayudará a supervisar tus pulsaciones. Ten en cuenta que no debes sobrepasar el límite a partir del cual se comienza a quemar grasa: las 140 pulsaciones.
3. Tómalo con calma, no te plantees metas demasiado altas. Correr durante el embarazo es una práctica de salud, no se trata de perder peso ni de plantearse nuevas metas que exijan más esfuerzo. Por consiguiente, evita sofocarte demasiado porque puede ser peligroso para ti y el bebé.
4. Cuidado con la temperatura corporal. Si tu temperatura corporal se eleva demasiado, el líquido amniótico también se calienta y esto puede dañar al bebé. Por eso se recomienda que evites las horas de más calor. Sal a correr durante las primeras o las últimas horas del día y utiliza una ropa ligera que facilite la transpiración.
5. Hidrátate constantemente. Todos los corredores deben mantenerse adecuadamente hidratados pero durante el embarazo esta precaución es aún más importante. Lleva agua contigo y detente a beber cada cierto tiempo, no esperes a tener sed.
6. Vigila los niveles de glucosa en sangre. Correr con el estómago vacío no es buena idea, sobre todo durante el embarazo ya que en este período tus necesidades nutricionales aumentan y la hipoglucemia (descenso del nivel de glucosa en sangre) puede estar a la vuelta de la esquina. Por eso, antes de comenzar a correr debes haber comido algo ligero, como frutas, cereales, queso o leche. Además, después del ejercicio no debes pasar más de tres horas sin comer algo pues tus niveles de glucosa pueden caer rápidamente.
7. Escucha con atención a tu cuerpo. Cada mujer vive el embarazo de manera diferente por lo que no hay nadie mejor que tú misma para saber hasta dónde te puedes esforzar y cuándo es el momento de parar. Durante la gestación, préstale más atención a las señales que envía tu cuerpo y preocúpate por satisfacerlas.
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Tomado de:www.parabebes.com
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