Una preocupación habitual de las mujeres que acaban de parir es la de cómo recuperar su figura. Se puede tardar unas semanas o unos meses en recuperar el peso anterior al embarazo, pero el periodo de lactancia no es el más adecuado para someterse a un régimen estricto. Una dieta equilibrada y algo de ejercicio te ayudarán a recuperar el tono muscular.
La rapidez con que la mujer recupera su figura depende de los kilos y los centímetros ganados en los nueve meses de embarazo.
Tras el parto se suelen perder entre 5 y 7 kilos que corresponden al bebé, al líquido amniótico, a la placenta y a parte del peso del útero y del líquido que hubiera retenido la madre principalmente en las piernas. El resto se va reduciendo de forma gradual en las semanas o meses posteriores al parto.
La hinchazón de las piernas y las manos debida a la retención de líquidos desaparece poco a poco. También se reduce el tamaño del abdomen que en algunas mujeres permanece algo hinchado durante algunas semanas. Esto se debe a la flacidez de los músculos de la pared abdominal por la distensión producida durante la gestación.
Es frecuente que las mujeres que dan el pecho tarden más tiempo en perder peso, ya que retienen líquidos y tienen una mayor sensación de hambre. Por lo general, cuando se abandona la lactancia materna se suele recuperar el peso y la figura sin grandes esfuerzos.
El puerperio no es el momento de someterse a un régimen estricto. El parto y la crianza del hijo exigen un gran esfuerzo físico a la mujer, que debe recuperar sus fuerzas mediante una dieta sana y equilibrada. En caso de sobrepeso, la mujer podrá iniciar una dieta una vez que haya terminado la lactancia materna.
La pérdida de peso y la recuperación de la figura son graduales y no se producen de inmediato tras el parto, sino que es preciso algún tiempo. Además, aunque se pierda todo el peso del embarazo, no siempre se tienen las mismas medidas que antes debido a la distensión de los músculos.
Sin duda, una dieta equilibrada y la práctica de gimnasia de modo regular ayudarán a acelerar el proceso y a recuperar el tono muscular más rápidamente.
Imagen: www.corbisimages.com
fuente:www.enfemenino.com
Tras el parto se suelen perder entre 5 y 7 kilos que corresponden al bebé, al líquido amniótico, a la placenta y a parte del peso del útero y del líquido que hubiera retenido la madre principalmente en las piernas. El resto se va reduciendo de forma gradual en las semanas o meses posteriores al parto.
La hinchazón de las piernas y las manos debida a la retención de líquidos desaparece poco a poco. También se reduce el tamaño del abdomen que en algunas mujeres permanece algo hinchado durante algunas semanas. Esto se debe a la flacidez de los músculos de la pared abdominal por la distensión producida durante la gestación.
Es frecuente que las mujeres que dan el pecho tarden más tiempo en perder peso, ya que retienen líquidos y tienen una mayor sensación de hambre. Por lo general, cuando se abandona la lactancia materna se suele recuperar el peso y la figura sin grandes esfuerzos.
El puerperio no es el momento de someterse a un régimen estricto. El parto y la crianza del hijo exigen un gran esfuerzo físico a la mujer, que debe recuperar sus fuerzas mediante una dieta sana y equilibrada. En caso de sobrepeso, la mujer podrá iniciar una dieta una vez que haya terminado la lactancia materna.
La pérdida de peso y la recuperación de la figura son graduales y no se producen de inmediato tras el parto, sino que es preciso algún tiempo. Además, aunque se pierda todo el peso del embarazo, no siempre se tienen las mismas medidas que antes debido a la distensión de los músculos.
Sin duda, una dieta equilibrada y la práctica de gimnasia de modo regular ayudarán a acelerar el proceso y a recuperar el tono muscular más rápidamente.
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