¿Por qué las nanas relajan tanto a los bebés?



Envuelto por los brazos y la dulce voz de mamá, el bebé acompasa su respiración y empieza a entrar dulcemente en el sueño. ¿Qué tienen estas cancioncillas sencillas y repetitivas para conseguir tal efecto?

Las nanas de bebés están compuestas por ingredientes que conjuran su sueño.

Un diálogo emocional

A última hora del día, mamá suele estar ya cansada. Sin embargo, cuando abraza a su pequeño ella entiende, en algún lugar de sí misma, que el bebé no se duerme por alguna razón de peso. Mamá, papá o la abuela, consciente o inconscientemente, perciben el ánimo del bebé y quieren comunicarse con él, transmitirle seguridad y confianza. Lo hacen a través de una canción. Se nota en su tono que todo está bien. Se nota tanto, tanto, que el bebé por fin se siente seguro, se abandona, se deja llevar, se duerme tranquilo. La nana, pues, no es una canción unidireccional, es un auténtico diálogo emocional. La madre canta y el bebé responde: con sus movimientos, su mirada, su respiración, relajándose. Inconscientemente, la madre va adaptando la canción a su hijo.
La letra, la música, el balanceo refuerzan este mensaje que nace del corazón y adopta forma de canción. ¿Qué papel juegan cada uno?
  • El balanceo: Las nanas tienen ritmo de balanceo, un movimiento que la madre realiza casi inconscientemente mientras canta y que serena al bebé. Aunque a veces pensamos que el pequeño descansa mejor en quietud, nos equivocamos: se tranquiliza mejor en movimiento. Y de todos los movimientos disponibles, el balanceo es, con diferencia, el que más le relaja. Ha demostrado actuar sobre el sistema nervioso central, además de tener efecto sobre la memoria y la atención. Este ritmo equilibra incluso sus constantes vitales, como demuestran estudios realizados en bebés prematuros que permanecían en incubadoras: los que estaban en incubadoras que se mecían permanecían más estables y crecían más rápido que el resto.
  • La melodía: Ese compás lento y repetitivo calma al bebé, incluso puede llegar a tener un ritmo hipnótico que le ayuda a entrar en el sueño. Algunos sonidos resuenan dentro del bebé y lo relajan, como un mantra. Los más graves le recuerdan su estancia en el vientre materno. Durante el embarazo el bebé ha tenido una experiencia “táctil” del sonido: está rodeado de líquido amniótico, que vibra con el sonido. “Siente el sonido como una ola que le acaricia” afirma Julie-Axelle Krauth, animadora en Canto Prenatal. Lo siente así incluso antes de tener el oído desarrollado, en la semana 30. Acurrucado en los brazos de mamá, cerca de su corazón, la experiencia se parece a aquella primera.
  • La letra: “No entienden la letra”, podríamos argumentar. Pero mamá sí, y fluye con lo que dice. Ella le canta lo feliz que es desde que el pequeño está en su vida, desmenuza la belleza cotidiana desde que nació y lo invita a dormir prometiéndole infinitas horas de felicidad para mañana, un nuevo día para disfrutar juntos. Aunque el bebé no entiende literalmente lo que dice, le llega la emoción de la madre. Por eso debemos buscar las canciones que nos emocionen y nos gusten. 

imagen: www.corbisimages.com 
fuente:www.enfemenino.com


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MAMI, Mamás Más Involucradas, es una herramienta que permite informar y educar a la madre gestante, en compañía de su núcleo familiar, acerca de los cuidados necesarios que se deben tener durante los nueve meses de embarazo y el primer año de vida del bebé a través de mensajes de texto. Educación + Empoderamiento + Embarazo Compartido para madres de estratos 0 1 2 3 y zona rural dispersa de nuestro país que tienen dificultades para acceder al sistema de salud por distancia o recursos.