¿Cómo, cuándo y por qué se deben mover los bebés en el vientre?



Sentir a su hijo. Eso es lo que quieren muchas embarazadas. Desean, con ansiedad, ser sorprendidas por ese ser que crece dentro y que, en condiciones normales, se comienza a mover en la etapa embrionaria, entre las semanas 8 y 9 de gestación. Sin embargo, la madre lo puede empezar a sentir entre las semanas 18 a 22, ya que solo entonces el embrión mide unos centímetros más y, por ende, tiene menos espacio, lo que ocasiona movimientos de las paredes del útero que chocan con la pared abdominal de su madre, explica Marco Duque, perinatólogo y jefe de la Unidad Materno Fetal de la Clínica del Country.

Cuando la mujer siente a su hijo experimenta uno de los mejores momentos de los 9 meses del embarazo. Cada quien lo vive distinto. Unas lo reconocen como el movimiento de un pez dentro de un acuario; otras lo comparan con la sensación de tener una mariposa revoloteando, o una lombriz que se arrastra rápidamente por la tierra. 

Cuando el embarazo avanza, la madre nota los choques internos, tanto que, por momentos, se pueden ver unas pequeñas montañas o bultos en la piel que cubre el vientre. Estas sensaciones maravillosas, que ninguna madre olvidará, tienen su importancia ya que, según el perinatólogo Duque, son un indicador de bienestar fetal. 

En las semanas indicadas (cuando la madre comienza a sentir al bebé), el médico se cerciora, a través de una ecografía, de que todo va bien.

En el vientre materno los bebés estiran y flexionan los brazos y piernas, succionan, degluten y voltean su dorso: “A medida que van creciendo, los movimientos fetales son cada vez más precisos”, afirma el experto. Sin embargo, existen varias variables para que una mujer pueda sentir a su hijo. Según Duque, el peso de la madre (es mucho más rápido en las delgadas), las características propias de cada bebé, y la cantidad de líquido amniótico (entre más líquido, más flota el bebé y menos lo siente la mamá).

Autochequeo
Los médicos recomiendan a la madre estar atenta, en especial, si deja de sentir a su bebé. Después de la semana 24 de gestación, según el doctor Marco Duque, seis es el número mínimo de movimientos fetales mientras la paciente está despierta; es decir, la mamá debe sentirlo en seis ocasiones, que pueden presentarse en la mañana o en  la tarde; incluso, en la noche, cuando más se mueve el bebé porque, usualmente, la mamá está relajada.

Según el perinatólogo Álvaro Cano, de la Clínica de la Mujer, si el bebé se mueve significa que está bien oxigenado y correctamente estimulado: “Sus movimientos se dan, en su mayoría, cuando hay actividad de la madre, ruido y sonido por vibración en su vientre; en la noche y después de que ella ingiere alimentos (le llega glucosa recién procesada y esto lo activa)” explica. Si, por el contrario, no siente nada –sugiere el experto Álvaro Cano–, la madre debe comer algo dulce o frío, estimular al bebé acariciando el abdomen con las manos o ponerle música. 

El ginecobstetra Guillermo Obando afirma que cuando el bebé deja de moverse puede ser que está dormido, sus niveles de azúcar en sangre están disminuidos, hay menos líquido amniótico o la placenta no está funcionando; pero si después de recurrir a los estímulos para motivarlo, pasan 2 horas sin que lo sienta, valdría la pena acudir al médico para que le realice los exámenes necesarios que permitan descartar cualquier complicación.

Tomado de: http://www.abcdelbebe.com/

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