En el último trimestre de gestación, algunas mujeres sienten las llamadas contracciones de Braxton-Hicks o falsos dolores de parto, que tienen la función de preparar el útero de la embarazada para el parto. Las contracciones reales se diferencian de estas en que se suceden, regularmente, a intervalos de nunca más de 5 minutos. Por ello, se recomienda cronometrar las contracciones para saber si el parto ha comenzado.
La aparición de contracciones cada vez más intensas y a intervalos regulares indica que ha comenzado la dilatación.Son una señal inequívoca de que se ha iniciado el proceso del parto.
Al contraerse el útero, se produce un endurecimiento del abdomen que suele ir acompañado de dolor en la parte inferior del abdomen o a veces en la zona lumbar. A medida que se acerca el parto, la frecuencia, duración e intensidad de las contracciones aumenta.
Estas contracciones son distintas de las contracciones de Braxton-Hicks o falsos dolores de parto que la mujer suele sentir en el último trimestre del embarazo. Éstas no suelen ser dolorosas y se producen a intervalos irregulares. Sólo al final del embarazo pueden resultar molestas para la futura madre. Su objeto es preparar al útero para el parto.
Para saber si se está ante un parto verdadero o falso, se recomienda cronometrar las contracciones. Si éstas aparecen a intervalos regulares, cada 5 minutos o menos, si duran entre 30 y 70 segundos y no desaparecen cuando la mujer se mueve, entonces es que ha comenzado la fase de latencia o borramiento del cuello. Es el momento de acudir al hospital.
Cuando se está ante un falso parto, las contracciones son de carácter leve, se producen a intervalos irregulares y pasan más de 5 minutos sin que se repitan. Además, suelen desaparecer cuando la mujer se mueve o descansa. Por eso, ante estas señales es conveniente relajarse y buscar una distracción, ya que el parto aún no se ha iniciado.
Tomado de: http://www.elbebe.com/
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